22 de junio de 2014

Error.



La sensación de saber que estás haciéndolo mal. De forma incorrecta, de manera equivocada. Cualquiera de los sinónimos sirve. Y aún así, continuar. ¿Por qué? ¿Acaso no hay otro remedio? ¿Por qué no cortar de alguna manera?
Quizás no esté tan mal, quizás sea yo demasiado negativa en esta situación. O quizás soy lo bastante tonta para darme cuenta de la realidad, y seguir negando lo evidente. Y eso que me lo han dicho bastantes veces. Pero soy tan egoísta que no quiero perder algo que ni siquiera es mío. Y sigo continuando aún sabiendo que cada momento que pasa es más evidente mi auto mentira.

Pero me da igual, mi límite está bastante lejano, y eso que ya se acerca el final. Además, no me preocupan las consecuencias, no perjudican a nadie. Solamente a mí misma, a mi estado emocional, a mis sentimientos. Y estos aún no han sido dañados. Ni espero que lo sean.
Es mi error, y como es mío, me gusta.

Porque simplemente me dejo llevar…

13 de mayo de 2014

Cuando llegue la hora

Tengo las ganas de comerme el mundo guardadas en el bolsillo, para tenerlas cerca cuando llegue el momento adecuado.

24 de abril de 2014

Gracias a ti, me conocí.

Un momento concreto basta para darte cuenta. Decir, "joder, ¿así soy yo? ¿solo se ha dado cuenta esta persona?" Y de repente quise saber más de mí. Cuando me enfado, cuando estoy alegre, cuál es mi tope. Exprimir al máximo mi sentido del humor. Saber los límites de la amistad.

Mis limitaciones y sacar de dentro sentimientos que no había manifestado nunca. Pero creo que eso forma parte de mi proceso de madurez. y, ¿Todo esto en cuestión de meses? No se que coño haces conmigo, pero me encanta conocerme a través de ti. Suena egoísta, pero me da igual.

Porque cuando te conocí, me conocí

8 de marzo de 2014

Aquí, bajo la lluvia, mientras veo cómo te alejas corriendo sin mirar atrás. Y yo sigo helada y mojándome, el calor de tu último beso ha desaparecido. Pero qué importa que siga empapándome, por tener el último recuerdo tuyo. 
Pasará muchísimo tiempo para volver a verte,volver a lo mismo quizás.

Ya te has alejado demasiado pero aún veo como atraviesas la calle. Sigues sin volver la vista atrás, sé que no puedes porque vendrías otra vez a por mí.

Desapareces... y vuelvo de nuevo a la realidad.

9 de enero de 2014

 ¿Cuándo acaba el amor? Dime… ¿cuándo acabó el nuestro? ¿por qué no nos dimos cuenta? O tal vez sí que lo hicimos, cuando me fui así sin más y tú, en vez de buscarme, me dejaste ir. ¿por qué no me pediste ninguna explicación? ¿fue en ese momento cuando acabó el tuyo? Quise huir de la manera más fácil y tú no me lo impediste. Quizá sabías tanto como yo que ya no éramos los mismos. ¿cómo pudimos cambiar en tan poco tiempo? Creo que ni mi cigarrillo se consume tan rápido como lo que vivimos tú y yo. Me supo a poco, pero no a nada. Me doy cuenta ahora que ha pasado el tiempo, ahora que otro ocupa mi vida, aunque no sé si realmente la llena. No es justo que compare, pero no puedo evitar hacerlo. Tú fuiste mejor, y bastó un par de semanas para darme cuenta. Pero mi vaso se llenó tan rápido de ti, que tuvo que vaciarse de la misma manera. Y ahora me pregunto: ¿Se podrá llenar de nuevo?

Fue tu sonrisa lo que más me llamó la atención. Y tu voz, la más sensual. Quiero volver a escucharla, como cuando componías esa melodía que tanto te gustaba. Yo era tu musa… la primera vez que me lo dijiste sentí un escalofrío más fuerte que el de la primera vez que me dijiste “te quiero”. Con nosotros las locuras no se llamaban así, eran simples “pasatiempos”.

Echo de menos cómo era yo cuando estaba contigo… hasta que cambié. Los dos sabemos que fue mi culpa. Me subiste tan alto que quise llegar aun más arriba, y poco a poco me hacías menos falta para conseguirlo. Podía yo solita, y qué egoísta por mi parte. Fue ahí cuando empecé a alejarme de ti… ¿Se acabó en ese momento mi amor? No lo sé, y en estos días en los que te recuerdo tanto me hago mil veces esa pregunta. Tal vez lo sepa cuando te vea de nuevo, cuando te mire fijamente a los ojos. Tendré mi respuesta cuando, a pesar de todo, vuelvas a sonreírme.

3 de enero de 2014

Dejarse llevar como forma de vida...
Beneficios: muchos
Perjuicios: otros tantos
Conclusión: Lo que hagas hazlo porque te apetece en ese momento, sin pensar en las consecuencias. Al final saldrá bien, y sino, de los errores se aprende. O eso dicen.

15 de diciembre de 2013

Todos tenemos prejuicios, y digo “tenemos” porque yo también me incluyo. Hasta el más tolerante los tiene alguna vez, hasta el más bueno del mundo. Pero, ¿Por qué los tenemos si se supone que todos somos iguales? ¿Quién tiene la culpa?
Nosotros, obviamente, con la sociedad que estamos creando poco a poco. Una sociedad llena de estereotipos impulsados por las redes sociales, pues nos movemos a través de ellas.
No sabemos VIVIR sin ellas.

Twitter, por ejemplo. ¿Por qué coño una persona tiene que tener twitter? ¿Por qué tiene que escribir todo lo que hace o piensa? Tenemos la necesidad de mostrarles a todos lo que estamos haciendo en cualquier momento. Somos robots manejados por los estándares de moda actuales… ¿Quién no tiene una foto en Instagram de un café de Starbucks? (yo no, lo que te importará a ti que haya estado allí.) Y lo primero que hacemos cuando viajamos es subir una foto a las redes sociales. Para que todos se enteren dónde estás.

De repente todo el mundo tiene Vans… vale, son bonitas, pero estoy segura que la mayoría las ha comprado porque están en  miles de páginas de moda en las redes sociales. Y claro, si tus amigos las tienen tú no vas a ser menos. Si en tu instituto/universidad todos tienen, no vas a ser menos.
¿Eres hipster? ¿Tienes swag? Guay, ya molas.

Asco de prejuicios, asco de estereotipos y marcas. Bienvenido a esta sociedad.

4 de diciembre de 2013

"Solo te das cuenta de lo que tienes cuando lo echas de menos..." Esa frase no es del todo cierta. Sí que aprecias lo que tienes, pero cuando lo echas de menos lo aprecias de otra manera, más intensamente. Tanto que tu interior tiene que mostrar ese sentimiento de alguna manera: llorando, gritando o simplemente te limitas a sonreír recordando los momentos junto a aquello que echas en falta.

Yo sonrío ahora, a pesar de lo poco que la veo. Y soy consciente de que tarde o temprano dejaré de hacerlo... soy consciente que desde hace tiempo se va apagando lentamente, muy lentamente. Pero ella es fuerte, y lo que más me sorprende es su sonrisa, nunca deja de mostrarla seas quien seas.
A pesar de todo lo que le ha ocurrido es agradable pensar que nunca va a dejar de sonreír como lo hacía antes. Y ahora eso es lo más importante, es con lo que me quedo.